La serie de normas ISO 14000 es un conjunto de normas que
cubre aspectos del ambiente, de productos y organizaciones, destacando la Norma
ISO 14001, un estándar internacional de gestión ambiental publicado en 1996,
tras el éxito de la serie de normas ISO 9000 para sistemas de gestión de la
calidad.
El surgimiento de la serie de normas ISO 14000 es
consecuencia directa de la ronda de negociaciones del GATT en Uruguay y la
cumbre de Río de Janeiro de la Naciones Unidas sobre el ambiente, que se
realizaron en 1992
Debido a la rápida aceptación de la Serie de Normas ISO 9000
y al surgimiento de una gran cantidad de normas ambientales alrededor del
mundo, ISO reconoce la necesidad de crear estándares administrativos en el área
ambiental. En 1991, se había creado el Grupo Estratégico de Consultas en el
Ambiente (SAGE) y en 1992 debido a las recomendaciones de este grupo se crea el
comité ISO/TC 207 quien agruparía representantes de la industria, organismos de
normas, el gobierno y organismos ambientales.
Se debe tener presente que las normas estipuladas por ISO
14000 no fijan metas ambientales para la prevención de la contaminación, ni
tampoco se involucran en el desempeño ambiental a nivel mundial, sino que,
establecen herramientas y sistemas enfocadas a los procesos de producción al
interior de una empresa u organización, y de los efectos o externalidades que
de estos deriven al ambiente.
Cabe resaltar dos vertientes de la ISO 14000
1.- La certificación del Sistema de Gestión Ambiental, mediante
el cual las empresas recibirán el certificado.
2.- El Sello Ambiental, mediante el cual serán certificados los
productos ("sello verde").
La ISO 14000 se basa en la norma británica BS7750, que fue
publicada oficialmente por la British Standards Institution (BSI) previa a la
Reunión Mundial de la ONU sobre el Medio Ambiente (ECO 92).
La norma ISO 14000 es un conjunto de documentos de gestión
ambiental que, una vez implantados, afectará todos los aspectos de la gestión
de una organización en sus responsabilidades ambientales y ayudará a las
organizaciones a tratar sistemáticamente asuntos ambientales, con el fin de
mejorar el comportamiento ambiental y las oportunidades de beneficio económico.
Los estándares son voluntarios, no tienen obligación legal y no establecen un
conjunto de metas cuantitativas en cuanto a niveles de emisiones o métodos
específicos de medir esas emisiones. Por el contrario, ISO 14000 se centra en
la organización proveyendo un conjunto de estándares basados en procedimiento y
unas pautas desde las que una empresa puede construir y mantener un sistema de
gestión ambiental.
En este sentido, cualquier actividad empresarial que desee
ser sostenible en todas sus esferas de acción, tiene que ser consciente que
debe asumir de cara al futuro una actitud preventiva, que le permita reconocer
la necesidad de integrar la variable ambiental en sus mecanismos de decisión
empresarial.
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